Todo está sellado en mi alma...

Mis mas de cien mentiras

Tenemos el amanecer con un amigo al lado. Canciones que nos llenan el alma, besos que no dimos, que nos dieron y que pensamos dar. Un abrazo en la punta de la lengua, dos pies para ir hasta donde nos permita el cuerpo, imaginación para ir adonde sea. Ilusiones que pensamos transformar en realidad, o al menos eso intentaremos. Tenemos pesimismo, esa bendita costumbre de pensar que todo nos va a salir mal. Tenemos una boca que hace las veces de puente para que las palabras lleguen hasta los oídos del otro, con ellas podemos matar, morir, querer, odiar....hacernos valer. Un sol que nos acompaña todo el tiempo.
Recuerdos imborrables de momentos que no van a volver, y de momentos que no queremos que vuelvan. Muchas hojas, muchos lápices y miles de cosas por decir. Cuando las nubes lo permiten, millones de estrellas muertas que alumbran la noche y dejan que los novios se las regalen a sus enamoradas. Cicatrices en las rodillas, pequeñas marcas de aventuras de la infancia. Tenemos tiempo de más. Angustiosas horas en las que intentamos olvidar. Una rutina que odiamos, y cada 5 días, los fines de semana, para romperla en mil pedazos. La dieta de los lunes, esa que muere los martes. Miles de cosas que producen el pequeño milagro de tu sonrisa. Mariposas en el estómago cuando te veo. Dos manos que nos hacen caso, con ellas podemos crear, tocar, sentir, o simplemente taparnos los ojos cuando la película se pone fea. Tenemos la melancolía de los domingos a la tardecita. La felicidad de los pequeños momentos. La felicidad de los grandes momentos. Tenemos el ocio con amigos. Un mundo enfermo que intentamos salvar, café de por medio durante alguna charla. Existen las mujeres, tenemos ojos para apreciar su belleza. Una pelota debajo de la cama, un pañuelo para secar las lágrimas y un hombro donde apoyarnos cuando todo se pone jodido. Esa compañera de curso por la que cambiarias todo por una noche con ella. Perversión infinita. Tenemos fe ciega en algo y/o alguien. El lujo de poder quedarnos callados para hacerle un lugar al silencio. Sexo con o sin amor. El riesgo de perder, la esperanza de que alguna vez la vamos a pegar. Flores para los muertos y lluvia dentro del alma. Un nudo en la garganta cuando nos emocionamos y una aspirina para cuando pierde Central. Alguien que nos quiere, otros que nos odian y demasiados que no nos conocen. Podemos bailar, o ser bailados. La belleza de la desnudez de los árboles en otoño y su resurrección en primavera. Anécdotas que no nos cansamos de escuchar y miles de historias que no conocemos. Errores premeditados. Resaca, hambre, sueño y mal humor. Ídolos, gente a la que admiramos, personas a las que envidiamos. Fracasos rotundos. Aburrimiento. Sentimientos que se esconden por miedo o por vergüenza. La voz del flaco Spinetta, las locuras de Charly y el piano de Fito. Una letra de los Redondos que nunca vamos a entender y mucha impotencia por no poder haber ido nunca a verlos. Un autógrafo de algún famoso que nos cruzamos por la calle. Una carta que le escribimos a la chica que nos gusta pero nunca nos animamos a entregársela. El sueño de tener una banda y triunfar, o de jugar un mundial. El infinito anhelo de que ella se fije en vos y que los políticos se acuerden de los pobres. Hermanos del alma que nos regala la vida. Hermanos de sangre con quien pelearnos y la vieja para que nos cocine. El arco iris después de la lluvia. Una mentira con la que zafamos y una verdad que no sabemos ocultar. Un compañero que nos salva cuando no hacemos la tarea o cuando ya no sabemos que hacer con la pelota porque nos apura el rival. Un té cuando la comida nos cae pesada. El dulce de leche y el flan. El vino y la cerveza. La ginebra y el gancia. Bronca y resentimientos. El blanco, el negro y el sepia. La coca cola. La calma del río para escuchar nuestras penas sin juzgarnos. Miles de proyectos que no vamos a concretar. Castillos de arena. Mar y montañas. Pobreza de plata, pobreza de ideas. 0 creatividad. Homero y Don ramón... Olmedo y Porcel. Un país que se cae a pedazos. Muertos que nunca vamos a dejar de llorar. Amores que matan, amores que mueren, amores que duelen.

Una guitarra a la que maltratamos, el cuarto desordenado y este texto que podría no tener fin....